Dale sentido a tu vida, a pesar de todo

Dale sentido a tu vida, a pesar de todo

Dale sentido a tu vida, a pesar de todo

Paloma

Soy Paloma, tengo 30 años y soy del estado de Sinaloa, México. Soy hija única de una madre soltera, la cual es una mujer extraordinaria que, a pesar de sus escasos estudios, me sacó adelante. Siempre he dicho que mi madre es uno de los regalos más bellos que me ha dado Dios, y espero tenerla por muchos años más. Nací con un cuerpo intersexual—en mi caso nací con diferencias genitales y tengo hiperplasia suprarrenal congénita (HSC). Afortunadamente, no me operaron y mi cuerpo está intacto. En la pubertad no me llegó la menstruación, mis pechos no se desarrollaron y mi voz se hizo más grave que la de la mayoría de las mujeres, por lo que siempre he sufrido discriminación.

Hace aproximadamente 10 años me encontraba un poco desorientada por la apariencia de mi cuerpo, mi forma de ver la vida y por mi orientación sexual. ¿Por qué soy así? ¿Por qué yo? Me preguntaba cuál era la finalidad de seguir existiendo en un mundo tan cruel con las personas como yo, o con cualquier otra persona considerada diferente. En ese tiempo, me sentía como un bicho raro, sentía que no tenía valor para la sociedad y que la única que me valoraba era mi madre. Anhelaba con todo mi ser tener a mi lado a una persona que me amara tal cuál soy, y que me tratara con el mismo respeto y dignidad con el que se debería tratar a cualquier ser humano. Deseaba saber que era el amor.

Soy una persona muy reservada, y no es común que comparta con otras personas que nací con un cuerpo intersexual. En mi familia, solo lo sabe mi madre y algunos tíos y primos. Afortunadamente, ellos no me cuestionan sobre eso, tampoco sobre mi orientación sexual. Solo observan y callan, y mi variación intersexual nunca es un tema de conversación familiar. Esto ha sido bueno para mí, porque no tengo que dar explicaciones a nadie.

Hace aproximadamente 7 años, mientras buscaba en internet respuestas sobre mi cuerpo intersexual, encontré una página web llamada Brújula Intersexual e inmediatamente comencé a leer toda la información e historias que ahí se encontraban publicadas, me sentí identificada con todo lo que leí. Decidí enviar algunas preguntas a Laura Inter, la fundadora de Brújula Intersexual. Ella me respondió, así que le hice otra pregunta, luego otra y otra. Le hice bastantes preguntas. Luego hablamos por teléfono y le comenté sobre mis experiencias para que ella me orientara y me explicara, con sus propias palabras, porqué mi cuerpo era tan diferente. Ella respondió todas mis preguntas y, con el tiempo, Laura se convirtió en mi confidente, la persona en la que más confiaba. Hablar con ella me ayudó a entenderme a mí misma de una forma distinta y a responder muchas interrogantes que yo misma no había podido responder.

Gracias a Brújula Intersexual, he llegado a conocer a otras personas intersexuales a través de las redes sociales, y he conversado con ellas por teléfono y por mensajes de texto. También tengo contacto con aliadas de la comunidad intersexual. Todas estas conversaciones me han ayudado a ver la vida de manera distinta, y ya no me siento sola—hay muchas personas como yo que diariamente luchan por sentirse bien y por ser la mejor versión de sí mismas.

Gran parte de la sociedad mexicana es muy conservadora y de mentalidad muy cerrada. En la actualidad, sufro discriminación laboral debido a mi apariencia, y en ocasiones ha sido muy difícil. Es común que mis compañeros de trabajo hagan comentarios o bromas haciendo referencia a mis características físicas, sin darse cuenta qué sus comentarios son molestos y lastiman. A veces siento el impulso de defenderme y hacerles lo mismo, pero no hago nada para evitar problemas en el trabajo. Afortunadamente, en mi trabajo no saben que soy intersexual. Si lo supieran, estoy segura de que sus dudas, comentarios y bromas de mal gusto, serían más constantes. Lo único que saben es mi orientación sexual y que tengo una relación maravillosa con una mujer, y es común que hagan comentarios y preguntas incómodas e invasivas: “¿Cómo tienen relaciones sexuales?”, “¿Te gustaría ser hombre?”, “Pareces hombre”, “¿Has tenido relaciones sexuales con hombres?” Incluso, una compañera de trabajo, al enterarse que mi orientación sexual es hacia las mujeres, me preguntó: “¿Te gustaría tener relaciones sexuales conmigo?” ¡El hecho de que me gusten las mujeres, no quiere decir que me gusten todas!

Esa misma compañera, desde que se enteró de mi orientación sexual, en repetidas ocasiones ha hablado sobre mi con otros compañeros, diciendo que soy un “macho”, que mi forma de vestir no es la apropiada, que debo de vestir más femenina, que no uso un bolso y que no uso maquillaje. Todos estos comentarios me afectan. Me duele darme cuenta qué existen este tipo de personas a las que no les importan los sentimientos de los demás, y no saben ponerse en los zapatos de la otra persona. No es nada fácil vivir diariamente estas situaciones, pero siempre intento ser la mejor versión de mí misma.

A pesar de todo lo que me ha tocado vivir, y de la discriminación que sufro diariamente, siento que soy una persona bendecida, porque encontré a otras personas como yo que viven situaciones similares. Ya no me siento sola, soy parte de una comunidad de personas intersexuales con quienes puedo hablar de mis experiencias y me entienden, porque muchas de ellas pasan por experiencias muy similares y sentimos una gran empatía unas por otras.

Hoy, he decidido no quedarme callada y expresarme cada vez que sea necesario, sin importar lo que digan o piensen de mí. Es hora se quitarnos todas las ataduras con esas personas que opinan, cuestionan y creen que conocen mejor nuestras vidas. Soy una mujer intersexual que tiene el derecho a ser feliz y ser respetada. Ninguna persona tiene derecho a juzgar a otra por ser quien es.

¡Se feliz y disfruta de cada momento de tu vida!


This piece has been translated into English – Give meaning to your life, despite everything.

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